A Liana,
querida/amiga crítica y sobre todo
‘rebelde con causas afectivas’.
Invierno había dejado claro en su última puesta en escena que para la próxima función no tenía suficientes copos de nieve. Cansado, lleva treinta años advirtiendo la situación y además ha llegado el momento de gestionar su jubilación.
Representantes de Greenpeace, la Red Española de Desarrollo Sostenible y otras instituciones en pro del medio ambiente hicieron todo lo posible para que altos mandatarios de diferentes países le suministraran artillería líquida y, nada se ha logrado.
Treinta años después, descubrí cómo se había estado arreglando el Invierno hasta ahora. Liana, cada vez que se fugaba del liceo se encontraba con él y le entregaba sacos de desechos plásticos que bien usó al convertirlo en perlas de poliestireno expandido*.
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| Austria en invierno, foto e idea de la fábrica de nieve: Liana López. |
*Anime, corcho, porexpán, telgopor en perlas.
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