Campanario babeante
de pulso y espuma
A la altura de una duda crispó la hoja
va leve
se sabe del viento y alguna noche arrebolada
En cuerpo de trémula fruta atrapada estoy
y así abres las fauces de tu pecho
me zambulles
A horcajadas monté esta madrugada
la mañana ignora el canto del gallo
la tarde sobrepasa con su oleaje la hora de mimarte
la noche se despinta de negro
El tiempo no pasa
canta un tic-tac acústico que hilvana sin premura
retazos de palabras desperdigadas
Tengo un manto
entre ave y ave
entre pierna y pierna
Anudo meridianos de mi boca al centro
por acercarme al vértice de la página
donde escribí tus dedos
Despliego el miedo
haz origamis con el
barquitos o aviones
Dame río y cielo
déjame subrayar la incertidumbre
que no se me haga timón
en esta bitácora que escribo
con la estela de tu saliva.
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