La poesía muestra,
no enseña; suscita y convoca
un estado de ánimo o de gracia
que prescinde de lecciones o
arrobos programados
Enrique González.
Los números no se me dan
he
vuelto al Código Enigma
Nada
Por
suerte
escribo
versos
bajo
y sobre las almohada
declamo
a los grillos o
al azulejo
que se posa en mi ventanilla
Youtube
‘Tú
me acostumbraste’
Mientras pregunto a Natalia si recordara
en
qué mes nos conocimos
no
sabe
Omara:
¿tú sabes?
Remiendo
hilo-aguja
de cara al otoño ese botón
no va más
quizás
así suelto el desatino
y
abro ventanitas en los cuadros
¡qué
calor!
Papá
Ven
y te cuento de qué va la obra
baja
el volumen
De
la leche de la mujer amada
versos
intenté
una
vez
en
mi retrogusto
un
mar inundó mi garganta
Es curioso
España está más cerca de Italia
y lo común es que no sepan hacer una verdadera carbonara
No saben
nada de nada.
Tengo
un ramo de flores entre los dientes
un
avescedario en la garganta
una
copa llena de mar
y
este poema
el
tuyo
un
imposible
que
no quiero termi(amar)
pero ya
terminó.
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